Interesante comentario, este sobre que actualmente
la mayoría de las llamadas «Young Adult» ficciones se dirigen a un público adulto. En él hay un apunte histórico: que calificar para
Young Adults a determinadas historias, o que considerar a los jóvenes como un público específico al que había que dirigir determinados relatos, comenzó en los sesenta con ocasión del lanzamiento y el éxito de
Rebeldes, de
Susan Hinton.