domingo, 11 de agosto de 2013

Sensibilidad exacerbada

Samuel Johnson: «La mera observación cotidiana ofrece abundantes ejemplos de la capacidad para elaborar subterfugios y evasiones con la única finalidad de librarse de la aplastante evidencia de pruebas irrefutables, así como la oportunidad de constatar cuán fácilmente se alteran los argumentos originales o se desfiguran a conciencia los de la parte contraria, o los puntos de vista más diáfanos son envueltos en una nube de confusión precisamente por quienes defienden la postura contraria.

De todos los mortales, los más seriamente infectados por esta variante de la vanidad parecen ser los que integran la raza de los escritores. Como su reputación está basada exclusivamente en su discernimiento, han desarrollado una sensibilidad exacerbada a cualquier ataque a su reputación literaria. No estará de más recordar que no pocos hombres con reconocidas aptitudes se muestran perfectamente capaces de poner todo su empeño en mitigar incongruencias y resolver contradicciones, mas al mismo tiempo hacen oídos sordos a las críticas que inevitablemente acompañan cualquier actividad humana pero que ellos se muestran incapaces de aceptar, salvo cuando les conviene, con tan vana como ridícula impaciencia, pregonar a los cuatro vientos que son trascendentales».

Samuel Johnson. «Aceptar las críticas», artículo del 3 de julio de 1750 en The Rambler, en El patriota y otros ensayos (The Patriot y artículos escogidos). Madrid: El Buey Mudo, 2010; 238 pp.; trad. de Ana María Nuño y Mariano José Vázquez Alonso; selección de Carlos Segade; ISBN: 978-84-937417-7-8.